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I think I've always wanted to be a writer and now that I am pursing another dream of mine I feel as if everything is coming to place, as if there were economies of scale and positive externalities from following your dreams.

"The difficulty lies not so much in developing new ideas as in escaping from old ones" (J.M. Keynes). So I hope this blog will help me in my quest to escape the "old" ideas by allowing me to share my thoughts and receive comments from my readers.







Friday, March 7, 2014

¿Es eficiente ser egoísta?

Tras un año de manejar en el DF en lo personal me queda claro que el que cada individuo piense sólo en sí mismo no maximiza el bienestar colectivo! Sin embargo, lo anterior no está muy claro en Economía en donde de hecho la convención es basar las explicaciones partiendo de un individuo racional que maximiza su utilidad bajo principios egoístas. Por ejemplo, a más de  tres décadas  de la publicación de : “Los Tontos Racionales: Una crítica sobre los fundamentos conductistas de la teoría económica”, donde Amartya Sen (1977) crítica el egoísmo como principio conductista único y propone incluir el compromiso como base de la conducta humana; y a pesar de su amplia difusión vemos una limitada influencia en la academia.
Para comprender el por que, propongo hacer un análisis de 3 debates que coincidentemente se encuentran en el corazón de las ciencias sociales: 1) El debate agencia-estructura y su acercamiento tanto filosófico como epistemológico a la naturaleza del individuo; 2) el debate individualismo-holismo que si bien esta estrechamente ligado al anterior presenta complicaciones propias en especial la dificultad de micro-fundamentar las explicaciones sociales y la incapacidad de las explicaciones micro para describir la realidad como un todo; y 3)el papel de la construcción social de la ciencia por medio de paradigmas a la Kuhn. Mi objetivo principal en este ensayo es, a la luz del artículo de Sen, analizar de forma sistemática el porque de la supremacía de las explicaciones individualistas-racionales así como de la negación de las tendencias cooperativas de los individuos en las ciencias sociales.
De dicho análisis podemos concluir que la supremacía del individualismo metodológico, la búsqueda del empirismo en las ciencias sociales y la metodología cuantitativa ha generado un énfasis por parte de los científicos sociales entorno a la capacidad de los modelos por presentar tesis causales y lógicamente encadenadas al individuo como motor de las relaciones sociales; es dicho énfasis el que ha llevado, en especial a las ciencias económicas pero en general a todas aquellas que utilizan el Rational Choice, a hacer supuestos muy fuertes sobre el comportamiento de los individuos, dentro de los que destaca la naturaleza egoísta del hombre. Si bien dichos supuestos son clave para la adecuada modelación de los fenómenos, a su vez, generan disfunciones a la hora de explicar la realidad como claramente nos expone Sen.
En primer lugar, es importante distinguir entre dos niveles de racionalidad: por una parte racionalidad implica intencionalidad y optimalidad, es decir, que el individuo maximice deliberadamente su utilidad dadas sus preferencias y restricciones. Por otra parte, concepciones mas amplias de racionalidad implican que las preferencias estén basadas en deseos o creencias que a su vez sean racionales. Es justo en este segundo nivel que surge el egoísmo como valor central de la racionalidad y del Homo Economicus (hombre económico).
Las primeras ideas en torno al homo economicus datan del sigo XIX y están basadas en autores como John Stuart Mill y Adam Smith. Para Mill (1836) la Economía Política parte de una definición arbitraria de un hombre que busca obtener la mayor cantidad de bienes con la menor cantidad de trabajo posible; mientras que para Smith (1776) el interés propio (self-interest) de las personas es la clave del funcionamiento de los mercados.
A finales del siglo XIX una serie de economistas, dentro de los que destacan Vilfredo Pareto y Francis Edgeworth, se dan a la tarea de construir modelos matemáticos entorno a las teorías de Economía Política de inicios del siglo corroborando el concepto del hombre económico de naturaleza egoísta. Es justo este momento histórico de la ciencia económica el que Sen analiza en su escrito refiriéndose aquí a una cita del propio Edgeworth:
“Debo mencionar que el mismo Edgeworth estaba al tanto de que su llamado Primer Principio Económico (del hombre egoísta), no era realista del todo, afirmando: el hombre del Siglo XIX  es cuando mucho un egoísta impuro un semi-utilitarista. Esto genera una pregunta interesante: ¿porque Edgeworth dedicó tanto tiempo a desarrollar una línea de investigación cuyo primer principio creía falso? ” (Sen, p.318)
De acuerdo a Sen, los economistas de dicha época en realidad trataban de responder la misma pregunta que los fundadores de la Economía Política: ¿En qué sentido un comportamiento individual egoísta permite alcanzar el bien general? Continúa Sen: “Si el egoísmo es o no un supuesto realista no tiene ningún efecto en la asertividad de la respuesta de Edgeworth a dicha pregunta. El realismo de la conceptualización del hombre simplemente no es parte de ese debate”(Sen p.322). En este sentido, el uso del supuesto entorno al egoísmo de Edgeworth- y muchos otros economistas desde entonces- responde a razones puramente pragmáticas y metodológicas que buscan facilitar la representación matemática de los fenómenos sociales. De hecho para Sen en tanto que la economía de esa época se avocaba al estudio de los mercados de competencia perfecta caracterizados por un alto nivel de competitividad, el egoísmo surge como un supuesto adecuado.  Sin embargo, suponer un ser humano egoísta genera resultados poco realistas; es indispensable construir supuestos que respeten la noción de que los seres humanos actúan en gran medida evidenciando el compromiso como base de su comportamiento. Creer en un hombre completamente egoísta es una falacia que para Sen no debe justificarse por razones metodológicas.

En un segundo nivel, debemos analizar el debate entre individualismo y holismo. Según Weber el individualismo metodológico elimina las contradicciones lógicas (de las explicaciones deterministas) dándole univocidad (contra la equivocidad de los términos colectivos) a los enunciados explicativos de las ciencias sociales. Weber no niega la existencia de conceptos “colectivos”, pero dichos conceptos tienen siempre origen en las acciones de los individuos (Aguilar, p.175). El individualismo metodológico nos arroja “tipos ideales”, creaturas conceptuales que nos ayudan a comprender los fenómenos sociales basados en una cadena lógica derivada de la acción individual; sin embargo esos “tipos ideales” no son en sí la explicación al fenómeno en tanto que los fenómenos sociales se conforman de acciones de “individuos históricos” altamente contextuales. El Homo Economicus y las teorías de Rational Choice parecen haber olvidado este último punto abusando de la viabilidad de los supuestos racionales para generar explicaciones lógicas-causales olvidándose de la contextualidad y la conformación de “individuos históricos” cuya naturaleza evidencia sin duda tendencias a la cooperación.
Finalmente al analizar el contexto histórico en el que Weber propone el individualismo metodológico podemos corroborar la tesis de Kuhn entorno a la evolución de las ciencias basada en el cambio de paradigmas. En línea con la teoría de Kuhn, la corriente iniciada por Weber logra minar el paradigma que veía a las superestructuras como capaces de imponerse sobre los individuos (principalmente las teorías de Durkheim y Marx); permitiendo la consolidación a través de los años del individualismo y su búsqueda por “micro fundamentar” la lógica de las explicaciones de los fenómenos sociales que posteriormente conformaría las bases de un nuevo paradigma: el del Rational Choice. Basados en el mismo Kuhn podemos argumentar que las ideas contenidas en el artículo de Sen si bien no han logrado del todo remplazar este último paradigma (Rational Choice); sin embargo, han afectado el cinturón de seguridad de dichas teorías- sus conceptos secundarios. Hoy tras el desencanto de las teorías de mercado eficientes por la crisis del 2008  tenemos una visión muy distinta de la economía que parte de supuestos conductuales no muy lejanos a los de Sen.
Una frase de Henry Sidgwick resume de manera magnánima el análisis anterior:
“La lucha real es entre utilitarismo y egoísmo racional; parece que no hay forma de decidirse por uno de ellos, por lo tanto, excepto que la acción que maximiza el bienestar general siempre coincida con la acción que maximiza el bienestar individual la tarea del Cosmos realmente se reduce al caos” (Métodos de la ética, p.473)
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Bibliografía:

Aguilar Villanueva, “El individualismo Metodológico de Max Weber”, Revista Mexicana de Ciencias políticas y Sociales, 27:3, 1965.

Mill, John Stuart. "On the Definition of Political Economy, and on the Method of Investigation Proper to It," London and Westminster Review, October 1836.

Sen, Amartya. “Rational Fools: A critique of the Behavioral Foundations of Economic Theory”, Philosophy and Public Affairs 6(1977): 317-344.

Sidgwick, Henry, “The Methods of Ethics”, London, 1874, 7th Ed. 1907

Smith, Adam. “On the Division of Labour,” The Wealth of Nations, Books I-III. New York: Penguin Classics, 1776.

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